Mondragon - MIK
Estudios de caso
Más información sobre el proyecto de Economía Social y Solidaria con Mondragón MIK en los siguientes casos prácticos.
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Junior Cooperativas
En Julio del 2013 el lehendakari de la Comunidad Autónoma del País Vasco presentó junto al Rector de Mondragon Unibertsitatea, Iosu Zabala, la adaptación aprobada en la legislación vasca por el que los estudiantes de Euskadi podrán formar cooperativas de trabajo denominadas ‘Junior Cooperativas’. La medida se enmarca en el Plan de Reactivación del Empleo aprobado por el Gobierno Vasco y en el marco del programa de fomento del emprendimiento en el Páis Vasco. La Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea y su centro de investigación MIK realizaron un estudio y posterior propuesta al Gobierno Vasco para impulsar una vía que permitiera a los estudiantes la creación de cooperativas durante su formación para poner en práctica sus conocimientos. Esta fórmula, existente en Finlandia desde hace años y que permite a los estudiantes del país nórdico crear una cooperativa para emprender de forma real, facilitará sin duda el emprendizaje en Euskadi, y mejorará la formación de los jóvenes en relación al emprendizaje.
El objetivo de estas cooperativas el proporcionar a sus socios (estudiantes) puestos de trabajo mediante la producción de bienes y servicios a terceros. Los socios serán personas físicas, que podrán trabajar a tiempo completo y parcial. De esta forma los alumnos serán socios usuarios mientras desarrollan un proyecto y socios colaboradores cuando no desarrollen ningún proyecto.
Esta nueva clase de cooperativa se denomina “Junior Cooperativas”, en atención a la “previsible juventud” de sus socios y cuyo fin últimoes aprender a emprender. Su objetivo es convertirse en un instrumento práctico y real para que sus miembros aprendan a gestionar una cooperativa. Es una sociedad cooperativa con un objeto social claro: la implementación práctica de las habilidades y los conocimientos que los socios usuarios adquieren en calidad de alumnos.
Hasta ahora las normas que regulaban las sociedades cooperativas en Euskadi no contemplaban de forma expresa las cooperativas constituidas por alumnos cuyo objetivo era desarrollar una actividad para poner en práctica sus conocimientos mediante el trabajo. Esta innovadora forma de aprendizaje nació hace tiempo en la Universidad de Jyväskylä (Finlandia) y se aplica con éxito en varios países del mundo. Se trata de un modelo y método totalmente innovador, donde los estudiantes son los auténticos protagonistas en el proceso de adquisición y desarrollo de las competencias de una persona emprendedora, un método de enseñanza basado en el “Learning by doing /Aprender Haciendo”. La formación que reciben los estudiantes se desarrolla sobre todo a través de una práctica real mediante la creación y el lanzamiento de distintos proyectos que ellos mismos han diseñado.
Este hecho supone un valioso instrumento educativo para aprender cómo funcionan y cómo se gestionan en la realidad las cooperativas. Además la puesta en marcha de este modelo en Euskadi, aportará importantes ventajas al tejido empresarial del entorno, ya que además de la constitución de nuevas cooperativas durante el periodo de aprendizaje de sus miembros, existen muchas posibilidades de que los socios prosigan su carrera profesional mediante una creación de una empresa, posiblemente, como una sociedad cooperativa.
“Crear TZBZ no fue fruto de trabajar una idea de negocio, no vino de pensar en algo que queríamos hacer y juntarnos por ese motivo. TZBZ surgió como la culminación de un proceso de 4 años, un proceso de equipo, y un proceso de experimentación real. De trabajar con clientes y en proyectos durante 4 años pero dentro de un programa universitario, llamado LEINN (Grado de Liderazgo y Emprendizaje). Al finalizar éste, algunas de las personas que estábamos en esta carrera decidimos dar el siguiente paso, recoger todo el trabajo realizado en los 4 años, y así creamos TZBZ consultoría de innovación”
Los primeros pasos que dieron para la creación de la Cooperativa fueron los tradicionales, tuvieron que cumplir con toda la burocracia; crear unos estatutos de cooperativa, y trabajar con un notario para que todo estuviera en orden.
Seguidamente y entre las otras mil cosas que tuvieron que resolver, los primeros meses tuvieron que dedicar mucho tiempo a conversar sobre hacia donde querían ir, y a la par que continuar trabajando y atendiendo a los clientes. Han pasado mucho tiempo dialogando para tener una visión común de cómo podía TZBZ tomar forma. Después de sintetizar esos pensamientos y trasladarlos a una nueva página web y a diferentes soportes, “todavía nos queda camino...”. El proyecto sigue transformándose día a día porque quieren involucrar a más gente y llegar lejos.
“Existieron muchos motivos para lanzarnos a la piscina, quizás el más fuerte pudo ser el sentimiento de que podíamos hacer algo bueno y diferente. De que realmente podíamos y podemos aportar nuevas soluciones y un nuevo impulso a las empresas existentes y en la educación existente. No sólo en el resultado sino también y sobre todo en el proceso, en la forma de enfocar los proyectos”.
“Y además había otro motivo tractor claro, y era romper moldes y crear nuestro propio futuro, donde nosotros, jóvenes de 22 a 27 años, fuéramos dueños de lo que hacíamos. En TZBZ, nosotros nos ponemos los límites, nosotros somos los que decidimos hasta dónde llegar y a dónde ir. Con las ventajas y desventajas que esto acarrea por supuesto.”
Una de las mayores dificultades con las que se han encontrado ha sido la burocracia, el tiempo y los gastos que crear una empresa implica, es algo que les ha sorprendido negativamente. Pero sobre todo creen que las dificultades están en uno mismo, y TZBZ como grupo de personas que es, tiene sus fortalezas y debilidades. El papeleo puede que sea una de sus debilidades. Además de eso, les cuesta plasmar su visión en un modelo organizativo más estructurado, “pero el camino se hace andando y por ahora este hecho no nos preocupa demasiado”.
Cada persona de TZBZ ha aprendido tanto como ha experimetado. A nivel de equipo, han madurado a la hora de tomar decisiones. Creen que respetan más las posturas del otro, e incluso muestran más ganas para acercar posiciones. También han aprendido y reafirmado en que llevar una empresa de 9 personas adelante no es fácil. “Hasta ahora no lo había sido, ¿porque iba a serlo ahora? Hemos aprendido muchas cosas, seguramente muchas muy prácticas y muy tangibles, pero si vamos a lo metafísico yo creo que el mayor aprendizaje está siendo el mantener la cohesión entre las aspiraciones personales y los objetivos de empresa y de equipo”.
Las Sociedades Laborales
Hace algo más de 30 años nacieron las primeras Sociedades Laborales, se constituyeron para dar respuesta a una crisis económica provocada por la crisis del petróleo en 1973, se trataba de un contexto donde se produjeron abandonos empresariales, donde no había una estructura de Estado formada, ni había una política industrial de respuesta.
Durante todos estos años se ha podido demostrar que las Sociedades Laborales son empresas integradas en el territorio, comprometidas con su entorno y que hacen país. Son Empresas que han sabido resolver los conflictos internos en silencio, siendo ejemplo de paz social.
Son Empresas en las que las personas organizadas en un proyecto común han superado dificultades, compitiendo como iguales en una economía de libre mercado sin ayudas distintas de las posibilidades que ofrece la capitalización de desempleo o del Fondo de Garantía Salarial, pero sólo para personas que provenían de una empresa anterior.
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Las Sociedades Laborales son Empresas:
- En las que se procura a todas las personas una vida laboral que facilite su realización.
- Donde el capital se configura como un instrumento para hacer posible esa vida laboral diferente.
- Donde se renuncia a especular con los bienes para posibilitar la continuidad de la empresa como proyecto compartido.
- Que acogen a las empresas de capital que son las Sociedades Laborales porque son las propias Sociedades Laborales las que quieren formar parte de él.
- De personas y para las personas que utilizan el capital como un medio.
En paralelo, desde el nacimiento de las Sociedades Laborales hasta finales de los años ochenta se vino acuñando en España el término de Economía Social sin definición específica que uniera a distintos modelos de empresa en un nexo común explícito. Se sobreentendía la idea de Economía Social, aunque cada organización que la reivindicaba pudiera tener una idea diferente.
Las Sociedades Laborales son sociedades que perteneciendo a la Economía Social, compiten en el mercado de igual a igual con las empresas convencionales. En España es a partir del 2011 cuando existe un concepto legal que agrupa a diferentes entidades, La Ley de Economía Social, entre ellas las Sociedades Laborales. Aunque sean sustancialmente diferentes con respeto a otras entidades que se recogen en la Ley de la Economía Social, comparten con ellas el valor de la persona y el compromiso con el entorno y la sociedad. Haciendo suyas los principios orientadores que establece La Economía Social.
- Primacía de las personas y del fin social sobre el capital, que se concreta en la gestión autónoma y transparente, democrática y participativa.
- Aplicación de los resultados obtenidos de la actividad económica principalmente en función del trabajo aportado y servicio o actividad realizada por los/as socios/as.
- Promoción de la solidaridad interna con la sociedad que favorezca el compromiso con el desarrollo local, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, la cohesión social, la inserción de personas en riesgo de exclusión social, la generación de empleo estable y de calidad, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral y la sostenibilidad.
- Independencia respecto a los poderes públicos.
Por otra parte, cabe señalar que en estos treinta años de existencia de la Sociedad Laboral, ha habido tres reflexiones importantes, según palabras del presidente de ASLE, Carlos Pujana; la primera tratando de dotar de filosofía a un movimiento surgido desde la necesidad, pero ausente de grandes principios y de referencias orientadoras. Esta primera reflexión permitió, según el Sr. Pujana, formalizar contenidos culturales que luego han sido de base de la formación en autogestión de los socios de las empresas.
La segunda reflexión se centró más en los aspectos de gestión para presentar este modelo de empresa a la sociedad como una empresa competitiva. Las conclusiones de esta reflexión pusieron en valor las ventajas de este modelo de empresa en comparación a la empresa convencional.
La tercera reflexión, realizada recientemente, pone a disposición de todas las personas, las claves de una empresa diferente, más participada y participativa, más flexible, con valores más sólidos, con visión estratégica y comprometida con su entorno y con la sociedad en la que se ubica. Se hacen aportaciones sobre cómo entender la Sociedad Laboral basadas en la experiencia de todos los años, el papel del socio trabajador, la vinculación de la persona con la empresa y en la generación de un proyecto de vida laboral.